(S. Francisco de Asís)

Santo, santo, santo Señor Dios omnipotente, el que es, y el que era, y el que ha de venir: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Digno eres, Señor Dios nuestro, de recibir la alabanza, la gloria, el honor y la bendición: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Digno es el cordero que ha sido degollado de recibir el poderío, y la divinidad, y la sabiduría, y la fuerza; y el honor, y la gloria, y la bendición: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Bendecid al Señor todas las obras del Señor: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Alabad a nuestro Dios todos sus siervos y los que teméis a Dios, pequeños y grandes. Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Alaben al que es glorioso los cielos y la tierra. Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Y todas las criaturas del cielo y de la tierra, y las que están bajo la tierra y el mar, y todo lo que hay en él: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo: Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos. Como era en el principio y ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Y alabémosle y ensalcémosle por los siglos.

Oración: Omnipotente, Santísimo, Altísimo y Sumo Dios, todo bien, sumo bien, bien total, que eres el solo bueno, a Ti te tributemos toda alabanza, toda gloria, toda gracia, todo honor, toda bendición, y te restituyamos todos los bienes. Hágase. Hágase. Amén.